El monte cántabro se quema, y la mayoría de los incendios son provocados por el sector ganadero extensivo. En las últimas semanas de febrero, se ha registrado cientos de incendios, cuya superficie afectada ya asciende a 7.000 ha la superficie quemada en lo que va de año, el doble que durante todo 2007: según el Diario Montañés (260208)"en los dos meses escasos que llevamos de 2008 se ha quemado el doble de hectáreas que durante todo 2007. Ayer, en un balance provisional, la dirección de Montes de la Consejería de Desarrollo Rural sumaba ya 7.000 hectáreas calcinadas, frente a las 3.452 que ardieron el pasado año".
Estos incendios son peligrosísimos para la flora y fauna, destruyendo hábitats forestales, matorral e incluso zonas rupícolas de montaña, todos de gran interés ecológico. Además, aumentan la superficie herbácea a corto plazo pero a costa de destruir el suelo, facilitar la erosión por el agua, contribuir a la emisión de CO2 y de hecho suponen la destrucción del paisaje, patrimonio natural cántabro.
Esta práctica de quemar el monte para favorecer el crecimiento de pastos para el ganado extensivo, es común y tradicional en toda la cornisa cantábrica. Ello supone un grave problema medioambiental, social y económico, demostrando que las actividades agrícolas y ganaderas tradicionales en este caso benefician solo a unos pocos y perjudican gravemente a los montes cántabricos y la población.
1 comentario:
Tíos, ánimo por ahí arriba. Cago en sos, no pueden ocurrir tantos incendios sin que algunos sean intencionados. Nos estamos volviendo locos!
Un fuerte abrazo
Salva
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